Hace pocos días, exactamente el pasado
domingo 1 de febrero de 2015, tuve la muy grata experiencia de encontrarme con
un particular personaje, Don Rigo, personajes de éstos que muchos de nosotros
conocemos, que ustedes conocen o por lo menos alguien como él, el llega a
ser incluso algo de nosotros mismos, siendo siempre útil compartir y
extraer de sus experiencias , anécdotas y reflexiones, las cuales se irán poco
a poco juntando y que cada uno de nosotros aporte para la inmortalidad de tan
particular ser y sus moralejas, pero para ello de alguna manera hemos de
empezar:
El encuentro.-
Calurosa tarde bonaerense, 4 horas de la
tarde, calle Defensa del barrio San Telmo, la llamada otrora Casa de los
Ezeiza, hoy conocida como Galería de la Defensa, planta alta, caminando con mi
buen amigo, profesor y compañero de maestría Jorge Kiriakidis, dirigimos la atención
al caballero del pasillo de la parte alta, frente a la cafetería y restaurant, era él, el propio Don Rigo.
El Personaje.
Rigoberto H. Cardozo, letrado filósofo,
hombre sin tiempo.
Caraqueño, nacido en Quinta Crespo, en
una casa que fue expropiada para la construcción de lo que luego resultó ser la
avenida Baralt.
Todos lo llaman cariñosamente Don Rigo,
y todos saben que su nombre es Rigoberto H. Cardozo, eso a pesar que nadie le
visto documento de identidad, ni pasaporte, siquiera tarjeta de crédito,
siempre paga en efectivo, tampoco se sabe que significa esta “H”, ¿de
Heráclito?, ¿de Homero?, ¿de Hugo?, ¿de hijo? No tiene teléfono ni correo
electrónico, tampoco Twitter, Facebook o Instagram, quizás, tal vez, por eso,
siempre ha estado muy avanzado a todos los de su tiempo, que es de reiterar, es
atemporal, pero de avanzada siempre.
No es pobre, pero no tiene mayores
bienes, su fortuna es el amor, es un amante atemporal y universal.
Nos contaba que se encontraba en Buenos
Aires ya que venía a visitar a un viejo amor de su juventud, una hermosa dama
refiere, que aunque era mucho mayor que él, cuando era el muy muchacho, fue uno
de sus más grandes amores, yace ella hoy en el famoso cementerio de recometa.
Primeras conversas.-
Desde ese particular encuentro, nos
acompaño durante varios días en nuestra visita a Buenos Aires, tratamos
infinidad de temas, de filosofía, de política, de economía, de derecho e
historia, pero no había tema mas interesante, y desde allí abordaba todos los
demás que sobre los asuntos del amor y la pasión, las relaciones, la
convivencia, la entrega, la familia, las actividades amatorias, vaya que
personaje, vaya que reflexiones, que moralejas, que vida.
Muchas y variadas fueron las
coincidencias en algunos temas, muchas otras las contradicciones y
opiniones divergentes, nos paseamos por los casos de ideologías políticas,
sobre los celtas, el Camino de Santiago, que también hizo, de fallos
judiciales, de derecho procesal constitucional, de lo que es nuestra maestría,
pero si existía algún tema que despertaba más que interés,, tensión, era el de
los amores, en especial de los múltiples amores, el poliamor,
que si bien Don Rigo no había escuchado el término, estaba más que claro
en su desarrollo y su gran experiencia, desde allá en los años 40, de allí que
luego lo llamáramos Don Rigoberto Cardozo… el poliamoroso, nos habló de sus
amores y desamores, de las técnicas de galanteo que utilizó y que señala aún le
funciona, sus épocas de convivencia en pareja, su matrimonio, aunque en
realidad nunca afirma si se casó o sigue casado, si se divorció o enviudó,
igual ocurre con su familia, no se sabe si tiene hijos o no, ya que en algunas
de sus anécdotas hacia alguna mención que pudiera dar a entender que así fuera
y hasta ha hablado como abuelo, seguiremos atentos.
Sabes de Don Rigo?, sus experiencias.
Quieres compartir… hazlo.
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